Con este post pretendo explicar como logré ir retirando poco a poco el biberón para abandonarme a una lactancia sin horarios, sin normas, sin artificios, natural, cuerpo a cuerpo, solo ellos y yo...un vínculo de unión único que todavía permanece y que sólo el tiempo sabe cuando terminará dando paso a una nueva etapa de nuestras vidas que afrontaremos con la misma ilusión que la anterior, juntos iremos escribiendo nuestra historia.
En primer lugar me gustaría aclarar que las decisiones que yo tomé son particulares para mi caso y mis circunstancias, no quiero que nadie piense que es lo que se debe hacer ni dé lugar a confusiones, simplemente es el camino que yo tomé sin tener mucha información ni apoyo debido al agobio inicial con los mellis, siempre actué guiándome por mi instinto y tuve la suerte de acertar pero aún hoy me pregunto ¿Tomé el camino mas fácil? ¿podría haberlo hecho de otra forma? Es algo que nunca sabré...
Como ya os he contado en post anteriores mis inicios fueron complicados debido a un parto prematuro y un ingreso en neonatos que terminó con los niños enganchados al biberón para que ganaran peso de la forma más rápida posible y su madre enganchada a un sacaleches día y noche ¡era una situación insostenible! algunas ocasiones estuve a punto de tirar la toalla por no conseguir que mamaran directamente del pecho ¡no podía más! los días pasaban, los meses...nuestras vidas no mejoraban, seguíamos exactamente igual que en el hospital y ya no sabía que podía hacer.
Os preguntareis ¿Se puede retirar el biberón a un bebe que prácticamente no conoce otra cosa? La respuesta es sí, pero nadie dijo que fuera fácil.
Mi problema fue que tuve unos "bellos durmientes" que tardaron mucho en coger fuerza para mamar, con el biberón la leche les llegaba sin hacer ningún esfuerzo y se acostumbraron a esta forma de alimentarse, además la forma de succionar es diferente lo que provoca el síndrome de confusión tetina-pezón, con el biberón simplemente se limitan a colocar la lengua en el orificio de la tetina para controlar la leche que les entra en la boquita, mientras que con el pezón deben hacer un juego con la lengua exprimiendo la aureola para que salga la leche.
El primer mes y medio entre la incubadora, el saca leches y los 2 bebes prácticamente no me daba tiempo de ponérmelos a la teta, además cada vez que los ponía entraban en un sueño profundo que no nos podíamos permitir si queríamos que empezaran a ganar peso, así que me limité a darles mi leche con el biberón y colocarlos piel con piel para que no perdieran el apego con su madre, pasábamos las horas pegaditos dándonos mimitos, aún ahora hecho de menos aquellos momentos tan tiernos que compartimos.
A partir del mes y medio aproximadamente ya empezaban a tener mas fuerza y me los iba turnando al pecho en las tomas, aunque después tenía que seguir dándoles el biberón porque siempre se quedaban profundamente dormidos y yo me sentía incómoda con los pechos muy llenos, así que tenía que seguir extrayendome la leche, era un circulo vicioso que no acababa nunca.
Llegó un día en el que empezaron a rechazar el pezón, parecía que la textura les resultaba desagradable porque estaban totalmente acostumbrados a la silicona de la tetina, yo seguía poniéndolos en cada toma pero era muy duro ver como me rechazaban una y otra vez, así que tomé una decisión drástica y desesperada, me compré unas pezoneras de silicona, fui corriendo a casa para probarlas y empezaron a mamar con rapidez, verlos mamando por fin me llenó de alegría y aunque sabía que me costaría eliminarlas por completo lo intentaría por todos los medios, al fin y al cabo ellos eran mi trabajo diario, no tenía otra cosa que hacer nada mas que dedicarme a ellos.
Decidí jugármela y de forma drástica dejé de sacarme leche y ofrecerles biberones, pasamos una semana todo el día en el pecho, los iba pesando cada 2 o 3 día para controlar que seguían ganando peso y todo iba perfecto, salvo que hasta que conseguí que se reajustara la oferta y la demanda de leche pasé por un par de mastitis de manual, pero todo pasó poco a poco.
Una vez ya estaba establecida la lactancia exclusiva con pezoneras y con muchísima paciencia las fui retirando poco a poco en cada toma, hasta que llegó un día en el que sólo necesitabamos 2 niños y 2 pechos para alimentarlos, habían pasado 2 meses y medio desde su nacimiento y por fin con 3.500 gr. empezaban a comportarse como un bebe nacido a término y pudimos olvidarnos del reloj, de la bascula, de edades corregidas, de calendarios, biberones...por fín empecé a ser la madre que siempre me imaginé que sería con unos bebes sanos y felices.
Hoy por hoy no sé cuanto tiempo durará esta etapa de su crianza, sólo sé que quiero disfrutarla al máximo hasta que ellos estén preparados para enfrentarse al mundo sin su "teti".
Bueno, antentodo felicitaciones por tu tesón y tu constancia... fue lo que me faltó a mi! Pero me encanta ver historias como la tuya y saber por testimonios como este, que todo es posible... me encantó y la he compartido. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que la clave del éxito es la PACIENCIA, lo pongo con mayúscula porque hace falta a toneladas.
EliminarSiempre que una confía en sí misma puede conseguir lo que se proponga, pero no solo en este tema, sino en todos los aspectos de la vida.
Gracias por leerme y gracias por comentar
Por cierto! No te encuentro en Twitter ¿Tienes cuenta?
Un beso reina
Te acabo de encontrar en Twitter ;)
EliminarEnhorabuena por tu esfuerzo, tiene que haber sido duro, asi que ahora a disfrutar. un beso
ResponderEliminarFué duro pero hay que quedarse con la parte buena y ver lo positivo de la experiencia, al haber pasado por tantos momentos duros sola he decidido formarme como asesora de lactancia, así ayudo a que otras madres no pases por algo así ellas solas y la verdad es que es muy gratificante.
EliminarGracias por pasarte y por tus palabras.
Eres mi heroína!!!
ResponderEliminarNo creo que sea una heroina, simplemente no podía hacer otra cosa, los veía y sabía que necesitaban mi leche por haber nacido tan chiquitines, yo tambien los necesitaba a ellos para que me ayudaran a borrar las heridas de un parto robado y su ausencia las primeras horas de vida, los 3 juntos hemos hecho el camino y seguimos inventando cada dia como queremos vivir
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