Hace
días que Alejandra (una seguidora del blog) se puso en contacto conmigo
porque deseaba compartir su experiencia con la lactancia, bueno, mas
bien sus dos experiencias, porque tiene 2 hijos y con cada uno de ellos
ha vivido esta etapa de una forma muy diferente, una vez mas podemos
comprobar que no hay dos niños iguales ni dos lactancias iguales,
incluso viniendo de la misma madre ya que cada momento es irrepetible y
depende de muchísimos factores internos y externos, cada hijo nos enseña
una lección para la vida y nos hace crecer de un modo diferente, nos
hace mejorar en aquello que de otra forma jamás hubiesemos mejorado y
nos ayuda a sacar lo mejor de nosotras mismas.
Simón, la desinformación la hizo breve
Estando
embarazada de mi primer hijo, Simón, leí mucho sobre el embarazo pero
nada sobre lactancia, ¡Que error! Pense que era algo realmente sencillo y
que seria coser y cantar. Después de 9 meses de espera, Simón llego a
nuestras vidas un 29 de Abril, empezamos la lactancia bien aunque con
algunos problemas de agarre a veces, pero seguí el "sabio" consejo que
me dieron en el hospital: ponlo de un pecho 10 minutos y después del
otro pecho otros 10 minutos. Como mama inexperta y primeriza, ni me
cuestione que eso podría ser uno de los peores consejos que me darían en
mi vida como madre, sobretodo viniendo de un profesional de la salud.
Claro,
siguiendo este camino mi lactancia tenia los días contados, Simon
quedaba con hambre y que me decía la gente, que mi leche no era
suficiente que le diera biberon. Poco a poco y gota a gota mi leche y mi
momento especial con mi bebe se desvaneció. Fue muy triste, y siempre
me quedo la espina de saber que había pasado.
Por eso con mi segundo hijo, me propuse informarme para no repetir la experiencia.
Mateo, descubrí contigo la maravillosa lactancia.
Mateo
llego un 8 de Noviembre, y la lactancia empezó tal como la había
imagindao, era nuestro momento, y el se veía feliz, satisfecho y pleno.
Los días en el hospital pasaron deprisa, me hicieron una cesárea y pase
una semana en el hospital, el día en el que nos daban el alta, yo me di
cuenta que Mateo tenia una pequeña herida en la cabeza, el medico la
examino y me dijo que Mateo no se podía ir a casa conmigo, ahora la
herida la tenia yo y esta no se curaría facilmente. Practicamente me fue
a vivir al hospital con Mateo, iba a casa por las noches para estar con
Simón y dormir, en el día en el hospital le pude dar el pecho, no
cuanto quise por que tenían horarios, ¿como le explico a mi bebe que
todavía no es la hora de comer? le preguntaba a la enfermera.. horrible,
pero pude conseguirlo, durante la noche en mi casa me levantaba cada
tres horas a sacarme la leche para llevarla y que le dieran mi leche a
el en la noche siguiente. Así, 10 días, eternos y sin final, pero todo
termino bien, y Mateo y yo disfrutamos de unos maravillosos 10 meses de
lactancia.
Si tengo un tercero seguro serán mas de 10 meses esta vez.
Es una experiencia indescriptible.
(2 hijos, 2 formas diferentes de afrontar la lactancia)