Esta misma semana
en el anterior post os daba algunos consejos sobre la temida varicela y desvelábamos algunos misterios tales como ¿En que consiste la enfermedad? ¿Como saber si es varicela? ¿Cómo se contagia? ¿Cuanto dura? etc
Hoy he querido hablaros de nuestra propia experiencia combatiendo la varicela por partida doble con mis mellizos y daros algunas de las pautas que nos han ayudado a combatirla del mejor modo posible siguiendo las recomendaciones de los pediatras que hemos visitado en estos días.

En primer lugar os contaré que
todo empezó de la forma más sencilla posible, un niño en el parque tenía varicela y justo
15 días después a mi hija le aparecieron los primeros granitos, eran tan pequeños y tan poquitos que en primer lugar pensé en algún tipo de alergia alimentaria pero se fueron poniendo mas rojizos y con una pequeña ampollita en el centro así que decidí acudir al pediatra de urgencias de la playa para que nos confirmara a que se debían esas erupciones, el diagnóstico no daba lugar a dudas:
era varicela, pregunté porque
no tenía fiebre y el pediatra me contestó que en algunos niños los síntomas son mínimos y que algunas cepas pasan casi inadvertidas, así que simplemente
nos recomendó continuar con la lactancia materna, mantener siempre limpia la zona, llevar un ritmo de lo más tranquilo y evitar el sol en la medida de lo posible, pensé incluso en volver a casa pero me dijo que no era necesario porque la pasaría igual en un sitio que en otro.
También me comentó que
el mellizo tenía un 99,9% de probabilidaddes de padecer la varicela por el contagio con su hermana, así que era cuestión de días y efectivamente
a las 2 semanas exactas aparecieron los primeros granitos en la espalda, un par de días antes el pobre ya estaba raro y voilá: la varicela llamaba a nuestra puerta por segunda vez.
En esta ocasión si que me asusté porque durante los 4 primeros días la fiebre llegaba a los 39,5º y sólo bajaba un par de horas con el paracetamol, cada día aparecían nuevos granos y al pobre ya no sabíamos ni por donde cogerlo sin hacerle daño, la varicela se lo estaba comiendo así que de nuevo visitamos los servicios de urgencias donde poco más pudieron hacer por él, era cuestión de días,
como mucho eran 5 días de fiebre alta así que nos tocaba esperar y mantener las medidas básicas de higiene teniendo toooda la paciencia del mundo.
¿Porque a la melliza le atacó tan suave y al mellizo tan fuerte? El pediatra nos dijo que normalmente el virus va cogiendo fuerza entre los miembros de la familia y cada vez es más virulento
Otro dato curioso que nunca hubiera imaginado es que todas las lesiones que vemos por fuera aparecen por dentro de la boca, estómago, pulmones...me quedé de piedra cuando el pediatra me enseñó como estaba la garganta de mi hijo ¡nunca había visto una cosa igual!
Os dejo algunas de las recomendaciones que os ayudarán a mitigar los principales inconvenientes de la varicela:
PICOR:
El síntoma más molesto de la varicela es el picor y para ello la mejor medicina son los baños de agua tibia con polvos de avena o con media taza de bicarbonato, además de calmar la piel la limpian ayudando así a prevenir una infección en las heridas cutáneas que podría complicar la enfermedad y llevarnos a tener que administrar antibióticos.
Cortar las uñas para que el niño no pueda romper las vesículas al rascarse
Existen jarabes y pastillas para el picor pero será su pediatra el que valore si es necesario utilizarlos
Se pueden utilizar jabones y cremas especiales de venta en farmacias pero no conseguirán reducir mucho el picor y el mal estar del niño, así que siguiendo las indicaciones que los pediatras que hemos visitado nosotros hemos optado simplemente por los baños tibios con bicarbonato y mantener la zona siempre limpia y bien hidratada.
Los típicos polvos de talquistina no están muy recomendados porque secan las lesiones pero perjudican al sistema respiratorio que esta muy afectado y lo que menos necesita es secar a base de polvos, le conviene más humedad que otra cosa.
FIEBRE:
Si la fiebre es mayor de 38-38,5º usar paracetamol.
No dar aspirina porque podrían surgir complicaciones en el cerebro, hígado y riñones.
Los antibióticos no reducirán la fiebre
DIETA:
No forzar al niño a comer porque es habitual que tenga cierta inapetencia
Ofrecer líquidos en la medida de lo posible especialmente si tiene fiebre
Si toma leche materna le ayudará enormemente ya que las defensas presentes en la misma reducirán los síntomas y ayudaran a la pronta recuperación del niño afectado, además si no tiene mucho apetito nos aseguramos que esta recibiendo los nutrientes básicos que necesita y podemos quedarnos más tranquilas, sería totalmente normal si esos días aumentan la demanda porque es su forma de combatir la enfermedad y a la vez sentirse protegidos y mimados por mamá ¡Paciencia, todo volverá a la normalidad!
Espero que este post os sirva de ayuda si os encontráis en esta situación ya que
la varicela es una de las pocas enfermedades comunes infantiles para la que no existe una vacuna efectiva al 100%, el vacunar a nuestros hijos no nos asegura que no vayan a pasar la enfermedad así que definitivamente
todos estamos expuestos al dichoso virus varicela-zoster.