¿Tú qué te dirías?

Hace días que está rondando por internet un vídeo llamado Reflections of Motherhood y que os recomiendo ver antes de seguir leyendo este post:

 

Se trata de un vídeo en el que se preguntó  a muchas mamás ¿Que te dirías a ti misma antes de ser madre? si pudieras volver el tiempo atrás ¿Que mensaje te gustaría haber recibido antes de tener tu primer bebé? La variedad en los mensajes me hacen darme cuenta de que todas las mujeres tenemos sentimientos muy comunes frente a una experiencia tan autentica como es la maternidad, o dicho de otra forma: la maternidad nos une como personas, nos hace conectar de alguna forma con nosotras mismas y con nuestras semejantes.

La_New desde su blog ha querido hacer la versión en castellano lanzándonos la misma pregunta ¿Tú qué te dirías? esta pregunta me ha hecho reflexionar ¿Que me diría a mi misma si estuviera a punto de ser madre? ¿Que me hubiera gustado saber? En aquel momento eran tantas las dudas y tan pocas las respuestas que un mensaje como este  hubiera sido bien recibido porque la voz de la experiencia es muy sabia y a veces no la escuchamos o simplemente la ignoramos.

Mi primer mensaje lo tengo clarísimo  "Aquí comienza la aventura más increíble de tu vida"
A veces me cuesta imaginar como era mi vida antes de que mis hijos llenaran mis  días con sus sonrisas, sus besos, sus abrazos, sus miradas, sus comentarios, ocurrencias, travesuras, descubrimientos, inquietudes...

Mi segundo mensaje sería "Sigue tu intuición y acertarás"
No nos engañemos: ser madre es difícil, es un reto diario y es muy difícil saber en cada momento si lo estamos haciendo bien o lo estamos haciendo mal, hay momentos en los que dudas de ti misma, de tu capacidad para sacar a tus hijos adelante , de tu fuerza...Si fuéramos capaces de simplificar las cosas al "aquí y ahora" y nos dejáramos llevar por nuestros sentimientos disfrutaríamos al máximo de esta maravillosa aventura.

Por último y no menos importante "Descansa y duerme todo lo que puedas"
Si eres madre entenderás porqué digo esto y es que la maternidad puede llegar a ser tan agotadora que a veces perdemos el norte, al menos haber cogido fuerzas nos ayudará a tomarnos las noches en vela con mayor resignación soñando con que algún día llegarán momentos mejores (Yo no pierdo la fe)