Madres unidas por la leche - 20ª EXPERIENCIA: AVENCIA

20ª EXPERIENCIA: AVENCIA DEL BLOG BEBÉS DE PECHO 

Tras un buen parto y un postparto relajado ingresaron a su bebé en la UCIN

Nuestra protagonista de hoy es la autora del blog "Bebés de Pecho", se trata de una española  residente en Miami (USA), es licenciada en Biología, Doctora en Genética y consejera de lactancia certificada (UNICEF), ella misma se define como "lactivista entusiasta. Defiendo el derecho de todos los niños a ser amamantados. Quiero ayudar y conocer a otras madres que tengan o quieran tener bebés de pecho"

Os dejo con el relato de sus primeros días en el que nos cuenta como tras un parto normal y una primera noche piel con piel todo se truncó por un ingreso en la UCIN, le costó 5 días que le subiera la leche porque el estímulo del frío sacaleches no era suficiente y después tuvo que luchar porque el bebé volviera a aceptar el pecho, un relato duro pero con final feliz:

Aunque nuestro hijo nació a término, tras el parto le costó un poquito respirar y después de pasar la noche seguía respirando más rápido de lo que los Neonatólogos están dispuesto a tolerar para un niño en planta, así que lo ingresaron en la NICU (el nombre de la unidad de cuidados intensivos para neonatos en inglés, ¿he dicho ya que mi hijo es un gringuito de Miami?).

Después de haber tenido una experiencia en el parto estupenda y tras pasar la noche con mi recién nacido piel con piel, dormidito en mi pecho y mamando cada vez que se despertaba, durante el tiempo que quiso, que te separen de él es ¡dolorosísimo! ¿Cómo voy a establecer la lactancia sin un bebé al pecho que estimule la producción? ¿Cómo voy a darle a mi hijo el contacto continuo con su madre que necesita si está en otra planta? ¿Cómo voy a conocerlo y a aprender a ser madre si no puedo estar con él? Desde el principio nuestra obsesión fue poder darle el pecho y estar con él todo el tiempo que pudiéramos! Pero una vez que lo ingresan no pudo tomar fluidos durante 24h y como sospechaban de una infección (que nunca se confirmó) durante el primer día pude tenerlo en mis brazos sólo 30 minutos. Tengo que decir que en USA no restringen el horario de visitas para familiares y si no hay ninguna contraindicación médica puedes tener a tu hijo en brazos todo el tiempo que quieras/puedas…(teniendo en cuenta que no hay baño ni puedes tener nada de comer ni de beber, y que sueles estar recién parida necesitando curas y reposo)

Durante esos días conocí y hablé con todas las consultoras de lactancia (IBCLC) que trabajaban en el hospital. Estuve sacándome leche cada 2 o 3 horas. Con sacarme leche me refiero a usaba el sacaleches durante 20 minutos en ambos pechos para obtener unas gotitas de nada que recolectaba con una jeringa y las metía en un vial que se iba directo a la UCI para mi bebé. Me sentía ridícula al llevar esos viales prácticamente vacíos. Era desesperante ver cómo pasaban los días y aquellas gotitas no aumentaban en volumen… ¿De verdad me iba a subir la leche con esa estimulación mecánica, sin un bebé calentito y suave al pecho?

El día que por fin permitieron que el niño comiera, decidimos que era pecho o nada! Ese día vinieron 3 Neonatólogos a persuadirnos de que empezáramos con biberones de leche artificial, ya que a mí no  me había subido la leche aún. Es gracioso que ese día fue el primero que vimos a un médico desde que lo ingresaron… ¿Pero cómo me iba a subir la leche si le empezábamos a dar biberones? Hubo comentarios muy hirientes y poco apropiados de enfermeras, como ‘no llores bebé, tienes hambre pero tu mamá no tiene leche’ y cosas del estilo. Cuando pudimos darle mis calostros congelados la enfermera ni de lejos tuvo el mismo cuidado con ellos que tuve yo, de más de 10 viales con 40ml en total no juntó ni un biberón de 10ml!!! Intentamos pon al pecho con ayuda de la consultora de lactancia y no hubo suerte, los cables de la vía central y de los monitores, y todo el ambiente y la tensión no ayudaban nada…

Al final nos convencieron, a cambio de que lo pasaran a la planta de pediatría donde podíamos estar los 3 juntos, con una cama y un baño (cosa que no ocurrió hasta 3 días más tarde). Primero tomó mis calostros congelados, luego los de una amiga que me los donó (a la que estaré eternamente agradecida!!) y desgraciadamente hubo que seguir con leche artificial. Me daba mucha pena verlo tomando ese sucedáneo pestilente. Al biberón parecía otro niño, como un monete, nada que ver con mi angelito cuando estaba mamando en mi pecho. En esos días conseguimos que se agarrara al pecho otra vez! Doy gracias por esa primera noche en la que mamó 4 veces y en que recordara cómo se hacia. Conseguimos que estuviera al pecho 20 o 30 minutos antes de tener que suplementar con el biberón en cada toma durante un día. Esos momentos de tranquilidad es los que estábamos juntos, los dos solos, o con su padre, o con su abuela. Disfrutando el uno del otro, él agradecido del contacto y el calor, yo emocionada, pudiendo sentir la unión, el efecto de la oxcitosina en los dos! Tengo fotos de cada una de las tomas que hicimos! Como si no hubiera a haber más, y ese momento fuera de oro, y lo era!! Pero llegó un día en el que tuvo hambre de verdad, y a pesar de todos mis esfuerzo mi leche aún no había subido. Ya no se conformada con mamar un rato solo por gusto, quería que saliera leche, lloraba y se separaba del pecho desconsolado. Fue muy triste desear tanto hacer algo por tu hijo y ver lo poco que cooperaba para que sucediera, pero le habíamos enseñado que el alimento viene frío en plástico y que sale a chorros de un biberón, tenía hambre y no entendía qué intentaba hacer yo metiéndole el pezón en la boca. Y además no tenía leche y era ¡¡¡¡¡el quinto día tras el parto!!!!

Los dos en la gloria piel con piel en la UCI con el método canguro que recomiendo la OMS (Organización mundial de la Salud), a pesar de su vía central en la cabeza y los cables de los monitores.

Pero finalmente llegó, como por arte de magia sin haber podido ponerme al niño al pecho en 12 horas de una sesión a otra con el sacaleche pasé de 5ml a 60ml!!! Aunque ahora llegaba lo más difícil, enseñarle a mi hijo que ya no se comía en biberón y que tenía que trabajar mamando para comer. No le gustó nada la idea, tuvimos 3 tomas seguidas de pelea por mamar, con miles de trucos y muchísima paciencia lo fuimos consiguiendo poco a poco. Lo que mejor nos funcionó fue darle un poco de leche extraída para que estuviera de mejor humor antes de intentarlo, sacarme leche con la mano directamente en su boca, ponerme leche en el pezón para que él supiera que de ahí iba a salir leche… Hablarle, cantarle, explicarle qué esperaba de él y estar lo más tranquila posible, que fue lo más difícil…

Pelearte con tu hijo para que se agarre al pecho y deje el biberón, verlo llorar y tener que calmarlo antes de volverle a ofrecer el pecho para que se enfade de nuevo y vuelta a empezar… fue difícil. Me alegro mucho de que los que me rodearan me estuvieran animando y apoyando en todo momento porque a partir del quito día mi bebé no volvió a probar un biberón y nos pasaron a la planta de pediatría donde pudimos estar todos juntos 24 horas al día hasta que le dieron el alta ¡¡¡¡6 días más tarde!!! Él no sólo aprendió que la leche viene del pecho de su madre, también aprendió que el pecho era su casa, su lugar seguro, en el que nada malo le puede pasar, donde las enfermeras no venían a hacerle perrerías. Yo aprendí que si quieres, PUEDES! Y no volví a llorar ni una vez desde el día que mi hijo comenzó a ser un bebé exclusivamente de pecho.

Si os ha gustado su historia y su caracter luchador podeís seguir leyendo su historia en el siguiente enlace, os invito a daros una vuelta por su blog en el que trata muchos temas interesantes relacionados con la lactancia, crianza, embarazo, parto...siempre desde el punto de vista más respetuoso y natural posible.