Recientemente he leído una
historia sobre lactancia que me ha emocionado especialmente porque me siento muy
identificada con ella en muchos aspectos: también tuvo un parto duro y una
separación forzosa tras el nacimiento de su bebe, se trata de una madre que
lleva 9 meses con lactancia diferida (es decir, sacándose su leche para dársela
al bebe con biberón), precisamente en el tema de la lactancia diferida es donde
más la apoyo ya que sé de primera mano lo durísimo que puede llegar a ser
pasarse horas y horas sentada en un sillón conectada a un aparato que no resulta
nada agradable, pero a veces las circunstancias de cada bebe y de cada madre nos
llevan a movernos por terrenos escarpados, llenos de rocas, con muchas
pendientes...pero lo importante es hacer aquello que nos llene y nos haga
sentirnos bien con nosotras mismas a la vez que vemos a nuestros hijos
felices.
La verdad es que lo que a
mi me ha enseñado la maternidad es que no hay 2 niños iguales, ni dos madres
iguales, ni dos lactancias iguales...creo que lo mejor que puedes hacer es
dejarte guiar por tu instinto mas primitivo, ese que casi nunca escuchamos pero
que siempre sabe lo que tenemos que hacer, piensa que lo importante es hacer
aquello que nos lleva a ser felices y que nos transforma en aquello que queremos
ser.
Podéis leer su historia completa en su
blog y mucha información interesante relacionada con los típicos preparativos
ante la llegada de un bebe, encontrareis consejos y buenas ideas para preparar
la habitación infantil, preparar la canastilla y un largo etc.
(Historia de lactancia diferida)