Esta Semana se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna y que mejor forma de celebrarla que aportar mi granito de arena contando mi experiencia como "Multimadre de leche"
He de reconocer que el camino recorrido hasta hoy ha sido duro en muchas ocasiones pero muy satisfactorio en tantas otras, los buenos momentos han borrado muchas heridas que dejó en mi corazón un parto prematuro, el calor del piel con piel curo mi alma en aquellos primeros momentos en que no podía amamantar a mis bebes y me hizo CONFIAR, confiar en mi misma, en mi capacidad de criar, de lactar, de amar sin límites...despertó mis instintos mas primitivos y me ha hecho ser hoy día la persona que soy.
Al comenzar con la alimentación complementaria pensé que la lactancia poco a poco pasaría al olvido, pero estaba muy equivocada, mis hijos me volvieron a dar una nueva lección de vida: "No hables sin saber, no anticipes acontecimientos, vive el momento y mañana será otro día".
Comenzaron a andar, a correr, a independizarse de su madre poco a poco, y entonces la teta se convirtió en su refugio, en su cobijo, un lugar donde sentirse seguros, un lugar donde encontrar ese calor que todos buscamos y que tan difícil es a veces de encontrar.
Con 20 meses saben perfectamente lo que quieren, piden "Teta" cada vez que les apetece, la buscan y se sirven ellos mismos, eligen la que mas les apetece, poco a poco van entendiendo que a mama no le gusta dar teta por la calle y la guardamos para momentos de intimidad, pelean entre ellos para hacerse con su preciado tesoro, se calman, se duermen enganchados a ella y es lo primero que buscan cuando se despiertan en mitad de la oscura noche, es lo primero que piden cada mañana porque les da la energía que necesitan para empezar el día con una sonrisa.
He de reconocer que a veces es agotador dar el pecho, me deja sin fuerzas, sin energía, a veces es molesto porque no dejan de ser don niños traviesos que hacen mil malabares para mamar ¡no se están quietos ni mamando!
El fin de esta etapa puede estar cerca ¿O no? Sólo ellos tienen la respuesta, seguiremos adelante sin pensar en el mañana, tal y como ellos mismos me han enseñado.
Jo cómo te envidio!!!! M rncantaría haber podido seguir pero, en todos mis casos, el comienzo al trabajo fue el culpable d el fin d esa etapa tan mágica y maravillosa
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