Desde que soy madre veo la belleza que hay en todas las mujeres que me rodean, porque todas ellas son portadoras de un gran tesoro que tarde o temprano terminará por aflorar: EL AMOR DE MADRE
Me encanta tu blog, acabo de descubrirlo, y con tu permiso me llevo este poema al mío para compartirlo, espero que no te importe. Un beso http://totpetons.blogspot.com
Dime hermosa y callada luna que navegas por el insondable emiferio azul, los secretos de mi amor. Te acuerdas de mi ilusión. De aquella mosetona de ojos claros cómo gotas de roció y labios carmesí, Lo sé, y lo sabe tú que guarda en las alforjas del tiempo tús secretos. Y ella estabas ahí, la noche aquella que como una ave me decías al oído. Vida mía te amo. Y estabas ahí, detrás de la nube negra que ocultaba tu sonrisa, y yo, alicorado por el vino de tus besos que se me ofrecían en la copa de cristal de tus labios, bailaba a zorba el griego, y oía los lamentos de Dantés en su infierno, y atrapado como kafka en el saltamontes de su metamorfosis, llevándome a la locura de un cielo de mariposas, de luciérnagas, de libélulas, de arco iris, de ríos lleno peces, era el cielo de tu sueño que al amarme había hecho para mí. Y todo lo iluminaban tus ojos, y tus labios endulzaban lo bello de la primavera, y la fruta madura sabía a tus labios,y la rosas olian a tu rostro.
Hola,
ResponderEliminarMe encanta tu blog, acabo de descubrirlo, y con tu permiso me llevo este poema al mío para compartirlo, espero que no te importe.
Un beso
http://totpetons.blogspot.com
Muchas gracias!
ResponderEliminarAhora estaba yo curioseando el tuyo y no tiene pérdida..me ha encantado!
¿tambien estuviste en la conferencia de Carlos Gonzalez?
No me importa que lo compartas si se lo dedicas a todas las mamas como yo he hecho, así llega a todas...jejeje
Un beso
Dime hermosa y callada luna que navegas por el insondable emiferio azul, los secretos de mi amor.
ResponderEliminarTe acuerdas de mi ilusión.
De aquella mosetona de ojos claros cómo gotas de roció y labios carmesí,
Lo sé, y lo sabe tú que guarda en las alforjas del tiempo tús secretos.
Y ella estabas ahí, la noche aquella que como una ave me decías al oído.
Vida mía te amo.
Y estabas ahí, detrás de la nube negra que ocultaba tu sonrisa, y yo, alicorado por el vino de tus besos que se me ofrecían en la copa de cristal de tus labios, bailaba a zorba el griego, y oía los lamentos de Dantés en su infierno, y atrapado como kafka en el saltamontes de su metamorfosis, llevándome a la locura de un cielo de mariposas, de luciérnagas, de libélulas, de arco iris, de ríos lleno peces, era el cielo de tu sueño que al amarme había hecho para mí.
Y todo lo iluminaban tus ojos, y tus labios endulzaban lo bello de la primavera, y la fruta madura sabía a tus labios,y la rosas olian a tu rostro.
Y en mí cabeza despotricanda nacía el verso como un lagarto,y el lagarto de mi verso huía buscando su madriguera, y salir en el silencio de la noche y preguntar a la luna por la flor marchita, que muere en los jardines del olvido.
Por la mujer que un día me dijo al oído.
Vida mía te amo.
©copyright.
Albaro ballesteros.
Poeta colombiano.
D. A. R.
Dime hermosa y callada luna que navegas por el insondable emiferio azul, los secretos de mi amor.
ResponderEliminarTe acuerdas de mi ilusión.
De aquella mosetona de ojos claros cómo gotas de roció y labios carmesí,
Lo sé, y lo sabe tú que guarda en las alforjas del tiempo tús secretos.
Y ella estabas ahí, la noche aquella que como una ave me decías al oído.
Vida mía te amo.
Y estabas ahí, detrás de la nube negra que ocultaba tu sonrisa, y yo, alicorado por el vino de tus besos que se me ofrecían en la copa de cristal de tus labios, bailaba a zorba el griego, y oía los lamentos de Dantés en su infierno,y atrapado como kafka en el saltamontes de su metamorfosis, llevándome a su locura a la locura de un cielo de mariposas, de luciérnagas, de libélulas, de arco iris, de ríos lleno peces, el cielo de tu sueño que al amarme había hecho para mí.
Y todo lo iluminaban tus ojos, y tus labios endulzaban lo bello de la primavera,y la fruta madura sabía a tus labios, y la rosa olía a tu rostro.
Y en mi cabeza despoblada nacía el verso como un lagarto, y el lagarto de mi verso huía buscando su madriguera, y salir en el silencio de la noche, y preguntar a la luna por la flor marchita que muere en los jardines del olvido.
Por la mujer que un día me dijo al oído.
Vida mía te amo.
©copyright.
Albaro ballesteros.
Poeta colombiano.
D. A. R.