(Lactancia con Trillizas-Prematuras)
Hoy os traigo una entrada muy especial, una colaboración con el Blog
Padres de Trillizas cuya protagonista ha querido compartir con nosotros un pedacito de su vida, un pedacito de su experiencia como mamá de trillizas que se aventuró a experimentar que se sentía dando el pecho a sus bebes, sabía perfectamente que no sería fácil pero nadie dijo que la vida en sí sea fácil, así que ¿Porque no intentarlo? su valentía le llevó a dar el pecho a sus trillizas durante 45 días que como bien dice Carlos Gonzalez serán "Un regalo para toda la vida" ya que al nacer tan chiquitinas resultó de vital importancia, el destete llegó por un cúmulo de circunstancias que ya os podéis imaginar con 3 bebés en casa...en definitiva esta multimamá nos da una lección de amor hacia sus hijas que va mucho más allá de dar el pecho, a veces una determinada situación puede llevarnos a tomar decisiones que simplemente son las adecuadas porque nos permiten seguir disfrutando de nuestros hijos en otros aspectos que van mas allá de ofrecer una teta o un biberón para calmarlos.
He leído mil veces su experiencia y cada vez me gusta más porque entre lineas descubro a una gran persona, a una gran mujer, así que sin mas dilaciones os dejo con ella esperando que os llegue tanto como a mi ¡Gracias preciosa!
Nunca he sido ni "pro" ni "contra" lactancia materna.
En mi familia es lo que siempre he vivido, mis primos (el más mayor 7
años más joven y la más pequeña con 4 años ahora) han sido todos niños
de teta. Lo mismo que mis sobrinos. Mi padre es ginecólogo y mi madre
pediatra, y siempre he escuchado las bonanzas de la lactancia en casa.
Pero reconozco que es una decisión sumamente personal, en ambas
direcciones, tanto darlo como no darlo. Así que estoy cansada de todo el
mundo que opina, y como no, siempre lo contrario de lo que la madre
decide: si das pecho, mal. Si no lo das, mal.
En nuestro caso, durante el embarazo decidí que iba a
lactar. Entendí que, si bien para cualquier niño la lactancia materna es
importante, mucho más para mis niñas que probablemente nacerían
prematuras. Cuando lo comentaba en mi círculo más cercano, había de
todo. Desde mi madre, que siempre me animó y me ayudó, a los que me
dijeron que si estaba loca, que las iba a matar de hambre! Gracias a
dios, he tenido siempre toda la información que he necesitado, tanto
sobre el embarazo, como la lactancia, por mis padres. Yo sabía que la
producción aumenta en función de la demanda, y estaba decidido.
Cuando dí a luz estaba muerta de miedo. Me daba miedo
que además del dolor que tenía después de la cesárea, unido a dos meses
previos de reposo y la preeclampsia, se me sumara la subida de la leche,
una mastitis, o lo que fuera... Tardé unas horas en decidirme a empezar
con la estimulación. Además pensaba que tardaría días en conseguir que
saliera algo.
Desde la UCIN me animaron a que me estimulara con ellas
en brazos, como si estuvieran mamando, que todo iría mejor. No puedo
describir cómo fue esa sensación, con mi chiquitina en brazos, con su
kilito pasado de peso, mirando el sacaleches, pensando que lo hacía mal,
que no podría, y de repente... shhhhhh... un pequeño chorrito... Pero
ese pequeño chorrito, dio para empezar a alimentarlas. Qué sensación,
después de sentirme tan culpable, poder hacer algo por ellas otra vez...
Y así empezó nuestra historia de lactancia. Al
principio las niñas eran muy chiquititas aún para succionar. Me pasaba
más de ocho horas al día con el sacaleches, día y noche, más el tiempo
que pasabamos en la UCIN, pero no me importaba. Cada vez llenaba más
botes al día. La primera vez que llené uno entero... ay, qué
satisfacción!
Recuerdo un día que por la noche me quedé dormida
mientras me sacaba la leche, y se me derramó un poquito. Me eché a
llorar como una magdalena, con el esfuerzo que me costaba, y aún y todo
no podía hacer una lactancia exclusiva materna porque no tenía
suficiente... me ponía más horas, más veces... pero ni aún así lo
conseguí.
Cuando las niñas cumplieron las 34 semana empecé a
ponerlas al pecho directamente... qué subidón! Es indescriptible, es
como cuando tienes que explicar lo que significa tener hijos, que si
alguien no es padre no te entiende. Me sentí absolutamente feliz. Tenía
que darles con ellas sentadas en frente de mi pecho sobre una pierna,
porque en la postura clásica o en la de rugby se quedaban muy dormidas y
no comían. Pero allí estaban las enfermeras, para enseñarme esta nueva
manera de hacerlo, y funcionó a las mil maravillas.
La lactancia duró exactamente 45 días. La llegada a
casa el día 40 con las tres niñas me superó. Pensar que no podría
descansar entre toma y toma, y que aunque estuviera reventada tendría
que, por lo menos, sacarme la leche, ver a mi marido superado mientras
yo me sacaba la leche y él se encargaba de las niñas... No pude más. Las
niñas estaban bien. Me decidí a dejarlo. Lloré y me lo pensé durante 4
días. Y por fin lo dejé.
Creo que en ese momento, en las circunstancias en las
que nos encontrábamos, fue lo mejor. Eran "nuestras" circunstancias.
Quería estar bien, disfrutar de las niñas y de mi marido, poder estar lo
más descansada posible, que no era mucho... Hoy en día, si supiera cómo
iba a ir todo, creo que lo hubiera intentado un poco más, creo que
hubiera intentado aguantar algo más de tiempo, ver cómo se desarrollaban
las cosas, porque creo que hubiera podido.
Muchas veces nos enfrentamos a la lactancia con miedo,
no dormir nos agota, que los niños mamen durante más de una hora,
cambiarles, dormirles, y vuelta a empezar! Pero si hubiera sabido.... si
hubiera aguantado... las niñas iban a dormir bien, a comer bien, tener 3
no era tan duro como nos lo habían pintado... tengo una amiga ahora con
trillizos de más de dos años que sigue con el pecho. Yo no soy de
lactancia larga, quiero decir, eso no es para mí, pero me hubiera
gustado aguantar 6 meses...
Vuestras historias de lactancia con múltiples ayudarán a
muchas madres, desgraciadamente no las descubrí a tiempo. cuando sólo
tienes uno es más fácil recabar experiencias, pero con múltiples está
más complicado. Así que, aunque la mía no sea una historia de una
lactancia demasiado larga, aquí la dejo, por si a alguien puede ayudar.
Si tras leer esta emotiva historia os habéis quedado con ganas de más como yo podéis seguir leyendo su experiencia con la lactancia aquí.